Te doy la bienvenida !

Me llamó Mauro y soy un Montevideano ahora radicado en un pequeño pueblo de costa de Bahía llamado Imbassai (Brasil) y que a veces tengo una necesidad imperiosa de escribir tonterías ... y como este espacio es gratis y el aire libre y por suerte el pensar también.... aquí van mis comentarios, que solo son eso, comentarios y anécdotas u observaciones desde las ventanas de mis ojos, que sin duda es el lugar más limitado desde donde ver las cosas. Pero es lo que tengo y es lo que hay, no pretendo que te sea útil para nada, pero si cuando los leas te apetece y quieres dejarme un comentario, pues puedes hacerlo. Un saludo de este gato calandraca, pero que aún anda por los tejados. Espero encontrate en algún tejado que otro y no te quedes todas las noches seguro y encerrado en tu casa.






sábado, 14 de agosto de 2010

Me mudo a mi casa número 34 !!!


Nos mudamos nuevamente. ...Una de las cosas que tiene de bueno ser nómade es que conoces muchos sitios y conoces mucha gente, vives algo más de experiencias supongo. De todas formas no digo que sea mejor ni peor, pero no se como sería de otra manera. Moving !!! Moving !!!
La casa nueva que hemos alquilado es para mi la número 34 !!! Desde que nací he vivido en 34 sitios diferentes .... y tengo 42 años, así que echad cuenta de mi movilidad, contando que hasta que me casé y salí de la casa de mis padres solo llevaba dos viviendas en mi haber, o sea que si me fui de casa de mis padres cuando tenía 20 años... en 22 años me he mudado 32 veces !!!! Les digo la verdad que hasta ahora no había echado cuentas.
De todas formas la intención de escribir hoy en el blog no era la de contabilizar las casas en las que he vivido, sino la de comentar que volvemos al campo !!! echamos de menos las buenas vistas, el aire puro, las montañas, las vistas al mediterraneo, las noches bañadas de estrellas. Los perros corriendo por la parcela, en fin ... echamos de menos la "vida de Heidi" je je je.
Espero que nos quedemos  por allí un buen  tiempo, pero tengan la seguridad que el tiempo que nos quedemos  lo disfrutaré como niño, como nadie, porque simplemente me hace feliz.
Ya saben, el que tenga ganas de montaña, de desayunos con aire puro, de escuchar el silencio, de mirar al cielo, de leer pausadamente y sin prisa, de tomarse un aguita o una cervecita mirando desde la montaña el mar... se puede pasar por casita... eso si, en paz... con mucha paz.

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