Como hemos llegado hasta aquí. Miles.. . que digo miles, millones de caminos que se cruzan y encuentran todo el tiempo. Personas, personitas. Algunas pocas concentradas, atentas a algo, en el aquí y ahora y las más, el resto de los miles de millones… DISTRAIDOS.
Y para distraerse no hace falta mucho, es más, es lo más sencillo del mundo, basta una mosca, una televisión o una discusión. Nuestros propios problemas imaginarios y en las innumerables situaciones innecesarias en las que nos metemos también son buenas excusas. El pasado nos distrae y mira que ya nos ocupó bastante cuando paso.
El trabajo y el que dirán, la ropa de moda, el tiempo, las deudas, lo que debemos y sobre todo las deudas que tienen con nosotros (o que nosotros creemos que tienen). Los miedos…. Estos si que ocupan mucho de nuestro tiempo, así que de alguna forma nos distraen, nos mantienen ocupados. La lástima por nosotros mismos. La imaginación de lo que nos gustaría que nos pasara o lo que nos gustaría tener. La envidia, los celos.
El tiempo que nos lleva intentar controlar al otro o por lo menos intentar que cambie a mi manera, eso también me distrae. Los flotadores que me salen al costaito. Las arrugas. La televisión otra vez. Mi falta de fe. Mi exagerada fe. Y otra vez lo que pasó, me vuelve a distraer.
Pero me parece que a veces o en algún momento nos voy a cansar de estar distraído, porque me estoy comenzando a preguntar… si todas estas cosas me distraen… ¿de qué me están distrayendo? O dicho de otra manera... ¿Qué me estoy perdiendo?