Te doy la bienvenida !

Me llamó Mauro y soy un Montevideano ahora radicado en un pequeño pueblo de costa de Bahía llamado Imbassai (Brasil) y que a veces tengo una necesidad imperiosa de escribir tonterías ... y como este espacio es gratis y el aire libre y por suerte el pensar también.... aquí van mis comentarios, que solo son eso, comentarios y anécdotas u observaciones desde las ventanas de mis ojos, que sin duda es el lugar más limitado desde donde ver las cosas. Pero es lo que tengo y es lo que hay, no pretendo que te sea útil para nada, pero si cuando los leas te apetece y quieres dejarme un comentario, pues puedes hacerlo. Un saludo de este gato calandraca, pero que aún anda por los tejados. Espero encontrate en algún tejado que otro y no te quedes todas las noches seguro y encerrado en tu casa.






miércoles, 29 de septiembre de 2010

Podremos no ser muchas cosas ... pero si somos expertos y grandes simuladores

En este nuestro planeta, nuestra casa .... hay innumerables profesiones, ocupaciones y oficios, innumerables pero innumerables verdaderamente. Somos miles de millones de personas muy parecidas entre si pero muy diferentes al mismo tiempo. Nos ocupamos de cosas diferentes y nos preocupan cosas diferentes. Decidimos quien sabe porque prestarle atención a algunas pocas cosas que suceden a nuestro alrededor y normalmente elegimos (por decirlo de alguna manera) una ocupación a la que dedicamos gran parte de nuestra vida. Por suerte tenemos (si no nos piramos antes) unos cuantos años para experimentar y en esa constante experimentación, voluntaria  e involuntaria, vamos cambiando o por lo menos modificando nuestras ocupaciones, actitudes y visión de nuestro entorno y el tiempo que nos toca ir viviendo.
Pero he pensado que algo si somos constantemente: SIMULADORES.
Somos experimentados (porque lo hacemos desde niños) y expertos (porque lo vamos perfeccionando con el tiempo) simuladores. Nos enseñan desde pequeños a "simular" que somos de una manera y lo asumimos como parte del "escenario" en el que aceptamos desarrollar nuestra vida, sea cual sea la que elijamos.
Creo que todos sin excepción escondemos las partes más intimas de nuestro interior y esencialmente nos esforzamos en comportarnos, opinar o desenvolvernos de tal forma de ser aceptados por la gran mayoría o por la minoría que queremos  ser aceptados.
Profesionales, eso si, nos hemos convertido en profesionales de la simulación. Nos callamos las cosas mas importantes que nos suceden, los miedos más existenciales, las dudas más extrañas que tenemos, preferimos sentarnos a ver que protagonizar. Esto tambien es una forma de simular. Enseñamos a nuestros hijos a simular y a desconfiar. Es una forma de no sentirnos tan equivocados ni tan solos en este arte de simulación.
Aprendimos a tener un doble discurso, el de que somos sinceros ... pero simulamos lo que somos.
Lo bueno de todo esto, es que el espectáculo de "nuestra vida" no se detiene, la función continua y lo interesante de esto es que en cualquier momento, podemos variar nuestro papel y aburrirnos un poco, solamente un poco... se seguir simulando.

martes, 28 de septiembre de 2010

Las cosas que nos atan

Esto de vivir en el campo y estar un poco más en contacto con la naturaleza te deja más tiempo para pensar en cosas mas simples y menos rítmicas, o con otro tipo de ritmo digamos.
He pensado en estos días, mientras trabajaba en el reacondicionamiento del jardín, que siempre consideramos y afirmamos que hay cosas que "nos atan". Y pensé algunas puntualizaciones sobre esto.
¿Cuales son las cosas que nos atan? y ¿realmente hay algo que nos ata? Si concebimos el concepto de que algo "nos ata" estamos dándole una especie de vida, voluntad y poder a "eso que nos ata", como si de una cosa externa a nosotros imposibilitara nuestro propio actuar. Y si pensamos que algo "nos ata" pues nos ata con respecto a algo a donde queremos ir, nos imposibilita de un movimiento que querríamos hacer, nos inmoviliza para no dejarnos "mover hacia". La expresión por si sola es sofocante e incómoda. Pero si lo  pienso la uso y la escucho muy habitualmente. Estamos muy convencidos de que algunas cosas, situaciones o personas.. "nos atan".
Y para no aburrir con mucha perorata, yo en estos momentos pienso en voz alta, que sí es cierto que hay cosas que nos "condicionan": nuestra educación, el país o ciudad donde vivimos o donde nos hemos criado, la familia en donde nacimos y de la que formamos parte, nuestros amigos, nuestras costumbres y hábitos, nuestros miedos, nuestra creencias, nuestras incredulidades, nuestra fe y nuestra carencia de fe, nuestra visión del hoy y mucho mucho nuestro recuerdo del "ayer", nuestra imaginación siempre temerosa del "mañana"... en fin podría tirarme varios renglones más enumerando las cosas que pienso que nos condicionan.
Pero solo eso .... nos condicionan, porque atar ... atar ... no nos ata nada. Solo nuestra propia decisión de permanecer "atados a esa situación" que algo nos reporta por el momento. Nos reporta para más o para menos ... pero algo nos reporta.