El color azul era su preferido y disfrutaba viéndolo y poniéndose prendas de ropa que convinaran, contrastaran o ni convinaran ni contrastaran. Hasta le daban ganas de usar un zapato de azul y el otro rojo, hasta ahora no se había animado, sera cuestión de tiempo se aseguraba.
Se sentía bien por si misma, sin necesitar demasiado de los otros. Había dejado de celebrar sus cumpleaños para celebrar los días. Ahora podía mirar y ver, ella sentía que por largo tiempo había estado ciega, pero ya no le importaba, ahora veía.
Paso, le vio, le guiñó un ojo y siguió, ya habría tiempo. Ahora era su tiempo, desde hace algún tiempo era su tiempo.