El pasado

Dándole un vistazo al diccionario de la real academia española, me sorprende la cantidad de acepciones que tiene el término "pasado"...  Como adjetivo en  Cuba dicho de una persona: Muy inteligente, adj. Cuba. dicho de una cosa: De buena calidad, dicho de una mujer: Atractiva y de formas exuberantes. También  Tiempo que pasó, Cosas que sucedieron en él, Militar que ha desertado de un ejército y sirve en el enemigo, en Costa Rica. Plátano desecado al sol, en plural Ascendientes o antepasados, Acción de pasar de una parte a otra, Acción y efecto de planchar ligeramente, Acción y efecto de dar un último repaso o retoque a un trabajo cualquiera, paso geométrico, renta suficiente para mantenerse y pasar la vida, Partida de juego, Sitio por donde se pasa, Puntada larga que se da en la ropa al bordarla o zurcirla, y coloquialmente : Mal comportamiento de una persona con otra. Una mala pasada.

Lo cierto que para nosotros ni puntada larga, ni mujer atractiva y exuberante, ni militar que desertó, ni plátano desecado al sol... Para nosotros pasado es sin duda tiempo que paso y en algún caso sitio por donde se pasa.

De todas formas, aunque todas las experiencias son únicas e irrepetibles, aunque todas las sensaciones son únicas e irreproducibles, tenemos siempre la necesidad loca de volver al pasado... a revivirlo... a recrearlo. Es cierto que a veces lo hacemos para buenos recuerdos con la intención de que nos hagan bien y las más de las veces lo hacemos para ostigarnos, reviviendo recuerdos que solo nos hacen daño.

Claro está que recordar algo que fue bueno para compararlo con una situación actual que no es tan buena no aportará sin duda nada especial, al contrario. Y descontado está que recordar momentos o acontecimientos que nos hicieron sufrir, es exactamente igual que si los volviéramos a vivir. El cuerpo no sabe distinguir entre la realidad y la imaginación, toda imagen que reproduce nuestra mente es vivida por el cuerpo como real. Por lo tanto si recordamos algo que nos hizo sufrir, es exactamente para nuestro cuerpo como que lo estuviéramos viviendo nuevamente. Estamos repitiendo (sin necesidad alguna) la experiencia nuevamente.

Tal vez por eso es muy importante estar el mayor tiempo posible en el presente, viviendo el presente y sintiendo el presente. Estando conscientes, de todo lo que nos sucede y todo lo que nos rodea.Pasan cosas terribles a nuestro alrededor pero al mismo tiempo pasan millones de cosas maravillosas, y siempre sucederán a nuestro alrededor estas cosas, aunque nosotros elijamos no verlas.

El yoga insiste que la salud de la mente no implica forzar a la mente a no tener pensamientos negativos o destructivos, porque seria una tarea imposible, pero si a dejarlos pasar y no detenernos en ello, conduciendo nuestro pensamientos a sitios y momentos mas calmos y de bienestar. Creamos entre 60.000 y 80.000 pensamientos al día, y normalmente nos detenemos en los mas destructivos.

Lo bueno que eso lo podemos ir cambiando lentamente para nuestro propio bien y disfrute. Lo escribo no porque lo que tenga interiorizado, sino por ver si al escribirlo me comprometo un poco más con la práctica.

Dejemos al pasado en su sitio, que lo que tenía que enseñarnos ya nos lo enseño, el presente es nuestra clase nueva de nuevo aprendizaje y experimentación. Haz-lo lo menos monótono posible.