Esto de vivir en el campo y estar un poco más en contacto con la naturaleza te deja más tiempo para pensar en cosas mas simples y menos rítmicas, o con otro tipo de ritmo digamos.
He pensado en estos días, mientras trabajaba en el reacondicionamiento del jardín, que siempre consideramos y afirmamos que hay cosas que "nos atan". Y pensé algunas puntualizaciones sobre esto.
¿Cuales son las cosas que nos atan? y ¿realmente hay algo que nos ata? Si concebimos el concepto de que algo "nos ata" estamos dándole una especie de vida, voluntad y poder a "eso que nos ata", como si de una cosa externa a nosotros imposibilitara nuestro propio actuar. Y si pensamos que algo "nos ata" pues nos ata con respecto a algo a donde queremos ir, nos imposibilita de un movimiento que querríamos hacer, nos inmoviliza para no dejarnos "mover hacia". La expresión por si sola es sofocante e incómoda. Pero si lo pienso la uso y la escucho muy habitualmente. Estamos muy convencidos de que algunas cosas, situaciones o personas.. "nos atan".
Y para no aburrir con mucha perorata, yo en estos momentos pienso en voz alta, que sí es cierto que hay cosas que nos "condicionan": nuestra educación, el país o ciudad donde vivimos o donde nos hemos criado, la familia en donde nacimos y de la que formamos parte, nuestros amigos, nuestras costumbres y hábitos, nuestros miedos, nuestra creencias, nuestras incredulidades, nuestra fe y nuestra carencia de fe, nuestra visión del hoy y mucho mucho nuestro recuerdo del "ayer", nuestra imaginación siempre temerosa del "mañana"... en fin podría tirarme varios renglones más enumerando las cosas que pienso que nos condicionan.
Pero solo eso .... nos condicionan, porque atar ... atar ... no nos ata nada. Solo nuestra propia decisión de permanecer "atados a esa situación" que algo nos reporta por el momento. Nos reporta para más o para menos ... pero algo nos reporta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario