Te doy la bienvenida !

Me llamó Mauro y soy un Montevideano ahora radicado en un pequeño pueblo de costa de Bahía llamado Imbassai (Brasil) y que a veces tengo una necesidad imperiosa de escribir tonterías ... y como este espacio es gratis y el aire libre y por suerte el pensar también.... aquí van mis comentarios, que solo son eso, comentarios y anécdotas u observaciones desde las ventanas de mis ojos, que sin duda es el lugar más limitado desde donde ver las cosas. Pero es lo que tengo y es lo que hay, no pretendo que te sea útil para nada, pero si cuando los leas te apetece y quieres dejarme un comentario, pues puedes hacerlo. Un saludo de este gato calandraca, pero que aún anda por los tejados. Espero encontrate en algún tejado que otro y no te quedes todas las noches seguro y encerrado en tu casa.






viernes, 20 de febrero de 2009

Nos gustan mas los que se nos parecen

He pensado que generalmente nos resulta mas sencillo relacionarnos y aceptar a las personas que "se nos parecen", ya por raza, por religión, por forma de pensar, por comportamientos, formas de vestirse, forma de expresarse. Tenemos un gran "clasificador mental" de personas, y ni bien conocemos a alguien le ponemos alguna de nuestras ya establecidas etiquetas y si la persona en cuestión fuera muy distinta elaboraríamos una nueva etiqueta para clasificarle correctamente en nuestra cabeza. O le pondríamos la etiqueta de "muy raro".




Lo cierto que esta acción casi automática que tenemos puede en algún sentido beneficiarnos si nos preserva de algún peligro o de algún posible daño, tanto físico como emocional. Pero la verdad de las cosas es que la mayoría de las veces nos quita mas de los que nos da, ésta forma de clasificación automática que tenemos de las personas. Porque además generalmente agregamos sin parar una serie de juicios de valores, como si nosotros tuvieramos la capacidad de mirar en el interior de las personas. Etiquetar a alguien nos roba la posibilidad de conocer mas a fondo a esa persona, a su costumbres, su forma de pensar y de sentir.Por lo tanto nos roba la posibilidad del enriquecimiento que trae consigo el conocer a las personas sin prejuicios y sin etiquetas previas.

Tal vez el tiempo haga que cambiemos la etiqueta que le ponemos a una persona, pero seguramente no sera lo mismo, es como el zumo de naranja, que mejor tomarlo en los primeros 10 minutos de ser exprimido porque pierde la mitad de su aportación de vitamina C pasado ese tiempo. Cuanto perdemos por prejuzgar, por subestimar, por despreciar, por ignorar. A veces con intención y a veces por indiferencia. Que aburrido seria el mundo si todos se parecieran a mi, supieran lo que yo, vistieran como yo, comieran como yo y sobre todo pensaran como yo.

Asi que creo seria bueno archivar el etiquetador y comenzar a disfrutar de todas las personas que nos pone la vida en el camino para así crecer, enriquecernos y sentirnos parte de algo mas global y no tan individualista. Somos el Universo y seria bueno que comenzásemos a disfrutar plenamente de lo que somos.

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